miércoles, 29 de abril de 2009

Se busca tutor de Teología 101

¿Qué clase de padre aparta a su hijo del conocimiento de lo que es bueno y malo?, ¿qué clase de padre aparta a su hijo de la ciencia?, ¿qué clase de padre no desea para su hijo la vida eterna?
El día de hoy leí los primeros capítulos del Génesis y me surgieron estas dudas. Según el relato, a sugerencia de una serpiente parlanchina, primero Eva y después Adán, probaron el fruto del árbol de la “ciencia” -según la traducción de la Biblia que yo tengo-, lo cual había sido prohibido por su padre creador.
La sentencia para la descendencia de Adán y Eva no se hizo esperar. Por desobedecer la órden, las mujeres tienen que parir a sus hijos con mucho dolor -no se dice nada sobre hacer trampa con técnicas como la anestecia epidural y la cesárea-. El castigo de los hombres es trabajar como bestias para ganarse el pan con el sudor de su frente. Y a pesar de que los hombres probaron al fruto a sugerencia de Eva, aquí o naces millonario o nada de anestesia. Además de esos castigos para su descendencia, Adán y Eva fueron expulsados del paraíso para que no se les ocurriera probar también del árbol de la vida eterna, que estaba plantado por ahí en algún lugar del paraíso que seguramente la serpiente también se sabía de memoria.
En primer lugar, no encuentro en la descripción de este padre del Génesis al que por años me describireron en las misas a las que asistí, es decir, un padre bueno y misericordioso. Repito, ¿qué clase de padre no quiere un hijo inteligente y sabio?, ¿es un padre bueno y misericordioso el que castiga, no sólo a su hijo, sino a toda su descendencia por desobedecer una órden?
En segundo lugar, por más que lo intento no encuentro la lógica del pecado original. ¿El pecado fue desobedecer una orden? ¿Es ése el origen de que por el sólo hecho de nacer todo ser humano ya sea un pecador? En ese caso lo que el padre del Génesis creó no era un paraíso, era una academia militar y los castigos se aplican a quienes nada tuvieron que ver con el "incidente" original, lo cual no es muy justo que digamos.
Tampoco entiendo de qué tenemos que ser salvados los hijos de Dios. Porque a eso vino Jesús, a salvarnos. ¿Nos van a salvar porque ahora sabemos distinguir el bien del mal?, ¿Nos van a salvar porque la ciencia ha avanzado demasiado gracias a que usamos el cerebro del cual fuimos dotados por el padre creador? Si se suponía que no lo teníamos que usar ¿para qué nos lo dieron?
Y por último, entiendo que Jesús también vino a mostrarnos el camino para la vida eterna. ¡Pero si antes se nos expulsó del paraíso para no tener acceso al árbol de la vida eterna!
Carajo, entre más leo, es peor la cara de idiota que me cargo.

3 comentarios:

  1. anestesia, no anestecia

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  2. Arturo Villanueva4 de mayo de 2009, 16:56

    Sin ser teólogo, ni mucho menos Pablito; te escribo lo que opino sobre el problema del pecado original y la salvación, recordando que aunque Dios no puede ser incomprensible también es misterioso pues si no qué chiste...
    Primero, el hombre en el estado original (en el paraíso pues) poseía la ciencia infusa, por ello Dios no puede estar peleado con la ciencia, de lo que lo quería liberarnos, parece que era del conocimiento del mal, que por otro lado es un misterio que sólo Satanás entiende, pues ¿cómo alguien que ha gozado de la presencia del mero mero, prefiere sólo por aparecer primero en los títulos, el perderse de la felicidad eterna?...
    Pues éste envidioso, disfrazado de serpiente le sugiere al hombre que pruebe del fruto que le hará como Dios, y ése es el problema, todos los pecados se reducen en realidad a uno: la soberbia.
    Y de la soberbia viene la perdición y el dolor de parto y la muerte... o sea nuestra condición humana, tan imperfecta que no creo que se necesite demostración alguna; no es que nazcamos pecando, nacemos humanos imperfectos.
    Y de esto es precisamente de lo que nos salva Jesús, de morir para siempre, en cierto sentido nos salva de nosotros mismos que no hemos podido ser una buen referente para la esperanza de la propia humanidad, pues desde mi humilde opinión sin una esperanza firme;la vida del hombre es un absurdo...Sartre dixit.
    Bueno, creo que ha sido demasiada teología por hoy.

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