YO: Las cosas están mal en todos lados ¿qué tal si estas vacaciones vamos por aquí cerca y mejor ahorramos un poco?
ELLA: Pero los niños tienen años que quieren ir a Happyworld
YO: Pero ya conocen Happyland, y no es el momento, ¿has visto las noticias, has visto como están las cosas en todo el mundo?
ELLA: Pues sí, pero no compares, Happyworld es mucho mejor y nuestros hijos están justo en la edad para disfrutarlo, después ya no va a tener caso, pero como tú veas.
YO: Bue… hay que hacer cuentas, pero creo que no es el momento.
Unos días después recibo una llamada a mi celular en plena –agitada- jornada laboral; “Ya estoy con la señorita del Castillo de Fierro. El viaje a Happyworld no sale tan caro y además es a doce meses sin intereses. Acuérdate que yo te voy a cooperar. Pero tu dime, he?, como tu digas”. Ante esto, cualquier marido entiende el escenario que tiene ante sí: enfrentas a tu asesino de frente o te tiras al barranco detrás de ti. No se bien a qué se debe, pero la mayoría de los maridos preferimos una lenta y dolorosa muerte.
He aquí que ya estamos haciendo maletas para ir a Happyworld. ¡Qué emoción! Apenas puedo contener las lágrimas. Y cuando la vida te da, te da a manos llenas. No sólo está el dólar por la nubes, también tenemos una pandemia para hacer más divertido e inolvidable el viaje. Ya preparamos pasaportes, visas, cubrebocas, gel desinfectante, todo el paquete. La ventaja es que ya sabemos con anticipación que los agentes de migración de Estados Unidos -de Norteamérica- no nos van a tratar como a cualquier animal, no señor. Nos tratarán como animales de granja, más específicamente ¡como puercos!
Muy buiena cronica. Disfruten!
ResponderEliminarPues sí, de acuerdo, mi querido Pablo, no te queda otra más que disfrutar de los frutos del pecado original (referencia a otra de tus entradas) o sea a la imperfección humana. Disfruta de tu calvario post-semana santa. Un abrazo. Arturo Villanueva González.
ResponderEliminarFelicidades!!!! Gracias por la invitación!.
ResponderEliminarSabe! -y segura estoy de que lo sabe- el universo se expande y se contrae, lo mismo sucede con las celulas que constituye el cuerpo, intentando mantener un constate equlibrio, a base de una homostasis perfecta.
Esto no es secreto; este consiste es utilizar la técnica, en la cotidianedad. En su perarmilidad la celula seleciona lo más cuidadosamente, lo que saca y a lo que permite entrar! de esto último como lo transformara para beneficio propio.....-no es Egoismo ni Egolatria- simple selección para la supervivencia. no le parece buena idea utilizar la tecnica -no necesariamente en el sentido en que lo dice espléndidamente benedeti, aunque podría parafrasearse-.
Vale para todo, en el transitar por la vida!