viernes, 4 de septiembre de 2009

Knock out

La ciencia médica no se pone de acuerdo conmigo, me imagino que como con casi ningún ser humano sobre el planeta. En la última visita al galeno me dejaron de tarea tomar una pastilla todas las noches. Se trata de una pastilla fuera de mi repertorio habitual. El médico dijo "es sólo un hipnótico, nada fuerte, sólo le va a ayudar un poco a conciliar el sueño". Eso fue lo que dijo. Llegué a mi baticueva, me puse el pijamas, puse una película y me acosté. Finalmente, me tomé la pastilla con la candidez propia de un santo. Eso es lo último que recuerdo.
La siguiente escena aparece como entre sueños. La película ya había terminado y la televisión continuaba encendida. No puedo decir si vi parcial o totalmente la película. Para ser honestos, no recuerdo ni la primera escena. Haciendo un esfuerzo poco usual, busqué y encontré el control remoto. Apagué la televisión y volví a caer profundamente dormido.
Carajo, ¿sólo un hipnótico? si esta vaina pega más duro que Mike Tyson en sus buenos tiempos. Lo peor del caso es que no percibo ninguna mejoría. Ya es crónico esto de andar por la vida hecho un idiota.

1 comentario:

  1. ¡Cónchale Paul! Para evitar el efecto Lennox Lewis no tomes más esas píldoras raras y mejor cómprate en cualquier tienda de autoservicio el famoso "Té de 12 flores" para el estrés. La primera vez que lo tomé jure que la décimo segunda era flor de cempazúchitl, dispuesta a dar el cerrojazo final a mi existencia pero fíjate que no, me dio muy buenos resultados, muy recomendable. Te mando un fuerte abrazo.

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