lunes, 23 de marzo de 2009

Breve relato sobre cómo La Malinche se me apareció en el rancho

Una frase atribuida a Pío Baroja dice que el nacionalismo es una enfermedad que se cura viajando. Estoy de acuerdo con el maestro Pío, pero cuando no se puede viajar –porca miseria-, se puede leer y se puede escuchar música popular de otros países. Leer y escuchar música nos permite “conocer” otras culturas y ello, a su vez, nos permite mitigar los efectos del nacionalismo, que en particular, me parece que afecta fuertemente a los mexicanos. Por aquí decimos con frecuencia “como México no hay dos”, y algunos otros agregarían “afortunadamente”.
A la música me quiero referir esta vez. Crecemos escuchando “nuestra música popular”, nos emborrachamos escuchando al mariachi, al trío y, recientemente, a la banda. Pero en mi caso, cuando llegó el momento de escuchar música de otros países algo sucedió. Sufrí un fuerte desencanto con la música mexicana y con este desencanto vino aparejado un rompimiento. Y el rompimiento fue violento, dejó huellas. La música popular mexicana me pone entre de malas y encabronado. Me parece paupérrima lírica y musicalmente hablando, a veces vulgar, por costumbre insustancial, pueril.
A ver si me explico con un ejemplo:

Letra del tango “Uno” de Enrique Santos Discépolo

Uno busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias.
Sabe que la lucha es cruel
y es mucha pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina...

Letra de la canción “Paloma querida” de José Alfredo Jiménez

Por el día que llegaste a mi vida
paloma querida me puse a brindar
y al sentirme un poquito tomado
pensando en tus labios me dio por cantar

¿Soy yo, o alguien más nota una gran diferencia en la calidad de lo que se canta “allá” contra lo que se canta “acá”? Para ponerlo en términos futboleros, ¿alguien más se da cuenta que en materia de música popular Argentina también golea a México? Y eso que sólo puse la letra, si a la música nos remitimos nos va peor. Y que decir del bossa nova o de la samba de Brasil, ¿a quién le ponemos enfrente para aspirar por lo menos a un pinche empate?
Probablemente sólo soy un jodido malinchista o un ignorante, pero en lo que respecta a música popular mexicana, por más que ande un poquito tomado, nada más no me da por cantar.

5 comentarios:

  1. Esta vez no estoy de acuerdo. Creo que hay música popular mexicana muy buena.

    Yo a veces me descubro tarareando o escuchando en mi cabeza canciones de Chava Flores (las letras son ingeniosísimas), de José Alfredo (la combinación de las palabras precisas, con la melodía y el sentimiento precisos son totalmente efectivos para despertar el "dolor" amoroso), de Juan Gabriel (el bajo en "Debo Hacerlo" es un lujo), de José José (la melodía de "El triste", especialmente cantada por José José, es fenomenal)...

    Y más allá de lo que diga yo, hay "pruebas de popularidad" que debilitan tu argumento. Por mencionar algunas: Cuántas versiones hay de Bésame Mucho (y en cuántas películas la usan)? "Los tres tenores" cantaban "Granada". Hay pocas escenas más intensas en el cine que la escena en "Hable con Ella" de Almodóvar (español) en que Caetano Veloso (brasileño) canta "Cucurrucucú Paloma" (mexicana).

    A lo mejor es cuestión de que "viajes un poco más por otras músicas" para que re-encuentres las cualidades de la música mexicana.

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  2. Gabo,
    Tienes razón. Yo mismo tengo discos de Chava Flores, Agustín Lara y José José. José Alfredo y Juanga nomás no me laten.
    Pero sigo pensando que en otras latitudes la música popular es más "rica" lírica y musicalmente hablando. Pero bueno, ya es cuestión de gustos. Gracias por el comentario.

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  3. Perdón, se me olvidó comentar que me refería en especial a la música que se canta cuando ha corrido el alcohol, en un bar, cantina, pulquería, english pub. Me ha tocado estar en un lugar llamado "Aguila Negra", lugar de comida alemana al que acuda buena parte de la comunidad alemanade Puebla. Los he visto beber cerveza como cosacos y cantar en alemán. Un amigo de esa bola, Dieter, una vez me fue traduciendo lo que cantaban y me pareció que además de una linda melodía la letra era muy interesante. Ciertamente más interesante que las que un típico borracho mexicano pide a gritos ante un mariachi "¡cielo rojo", "mujeres divinas!" (y a mi me dan ganas de pedir otra rola que se llama, La p... que los parió.)
    Bueno, sólo quería agregar un poco más en este tema, que probablemente fue un exabrupto típico de un lunes, pero en el que sigo creyendo.

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  4. Ahora si me animé. Disfruto mucho leyéndote y conociéndote. A veces de acuerdo y a veces no tanto. Pero eso no importa, tu sigue escribiendo.

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  5. Coincido con Gabo. Creo que los ejemplos que contrapones son deliberadamente desequilibrados. José Alfredo tiene letras y melodías que son extraordinarias (que sin duda no son las que piden los borrachos en la cantina, aunque algunas tal vez sí), Juan Gabriel lo mismo aunque es tan prolífico como irregular en su calidad...ya ni hablar de Lara, José José, Guty Cárdenas y la trova yucateca y muchos etcéteras...pero también coincido con Elsa: Sigue escribiendo que realmente tienes textos geniales con los que a veces está uno de acuerdo y a veces no, pero que de todos modos deleitan y hacen pensar, reír, llorar, revivir, "nostalgiar"...El del Salesiano y el de la casa de los abuelos son impresionantes, sobre todo para los que vivimos esos espacios y tiempos...el de Ray es un poema de reconciliación con la vida...Gracias por el blog...

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