lunes, 23 de agosto de 2010

Desprendimientos

La congoja de los últimos días se presentó bajo el nombre técnico de desprendimiento de retina. No hay que leer mientras se viaja en autobús fue la recomendación implícita, no del médico, sino de la sabiduría popular, que de inmediato emerge en estos casos. Por si acaso, sólo leí unos pocos minutos el Palinuro de México en mi habitual traslado en autobús de fin de semana. Opté por escuchar música la mayor parte del tiempo. No creo que escuchar música en el autobús provoque desprendimiento de tímpano ¿o si? Yo sostengo que sólo existen dos géneros musicales, la buena y la mala, así que escuché un poco de todo en este viaje de casi tres horas. Pero hacia el final del trayecto escuché Gabriel's Oboe, de Ennio Morricone, en la versión con Yo-Yo Ma y su cello mágico y entonces ¡zas! sufrí el desprendimiento de un par de lágrimas. Nada que amerite una visita al médico, afortunadamente.

4 comentarios:

  1. Gracias carnal! algo se aprende leyendo a los hermanos.

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  2. De acuerdo, excelente. A diferencia del poema de Alonso sobre la podredumbre, este texto tuyo "huele" muy bien. :)

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  3. Creo que este texto o aquél en que citas el poema de Borges: "...me dio a la vez los libros y la noche..." podrían venir muy bien en el calendario de la jefa aunque no hablen directamente de ella...

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