miércoles, 21 de julio de 2010

Absolución

Al igual que el Salieri de Milos Forman, me erijo en el vocero de todos nosotros, los millones y millones, la horda de los mediocres, y ante el silencio de quien debe hacerlo, me atribuyo el poder para anunciarles que sus pecados están perdonados. El talento creador le fue otorgado a unos pocos elegidos, a un puñado de seres tan impíos como el resto de nosotros, sin mayores explicaciones. A nosotros sólo nos queda nadar en el lodo de la mediocridad. Que así sea.

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