jueves, 14 de enero de 2010

Modas

Siempre he desconfiado de las modas. Pero claro, me he dejado arrastrar de vez en cuando por algunas de ellas; vamos no soy un anacoreta. Sin embargo, aun cuando sucumbo ante las modas, la desconfianza sigue ahí, escondida, algo tímida, pero siempre presente.
Hace unos pocos años que, al menos en México, empezó una moda por ¿cómo decirlo?... un revoltijo, un mazacote en el que van inmersos, entre otros, los siguientes elementos: trivialización de la metafísica, filosofía oriental barata, medicina alternativa de dudosa procedencia y una nueva generación de profetas, iluminados y sanadores milagrosos (sana, sana colita de rana, si no sanas hoy, sanarás mañana). Tras de todo ello, las masas. Temo y desprecio a las masas, decía Toqueville. No le faltarían razones.
Un conocido me habla maravillas de un profeta, un maestro. Cuando investigo un poco acerca de este personaje me entero que en vida tuvo una colección de más de noventa autos de marca Rolls-Royce. Mi conocido lo considera un maestro y yo estoy de acuerdo. La diferencia es sólo de enfoque. Mi conocido, el chavo del Osho, considera a este persona un guía espiritual. Yo pienso que era un genio de la mercadotecnia y que, en todo caso, podría haber sido mi consejero en materia financiera. Lástima que ya se nos murió.
Cuando le manifesté mis dolencias a otro conocido me recomendó la flores de bach. Asistí a consulta con un iluminado. Tocata y fuga; de Bach me quedo con la música, no con las flores. Este "iluminado" me cobró más caro que un neurocirujano y no me curó de nada.
Cuando otro amigo se enteró de mis males, me dijo sin dudarlo que tenía que ir con su maestro para que alineara mis chakras. Presa de la desconfianza y para salir del paso, le pregunté a esta persona si la palabra "chakra" era en hindú el equivalente de chancro, porque de otro modo no estaba interesado. Creo que perdí su amistad para siempre.
Mi amigo, el chavo del Osho, me dice que el secreto para no enfermar consiste en pensar correctamente. Todas las enfermedades nos las provocamos nosotros mismos, me informa mi amigo. "¿Incluso el cáncer?" pregunto incrédulo. "Especialmente el cáncer, es puro odio y rencor guardado en tu ser". Joder, el premio Nobel de medicina ya debe tener dueño para este año, o quizá el próximo. Y ya ni hablar del reiki, de las constelaciones familiares y de tantas otras técnicas de moda que han llegado para acabar con la infelicidad de la gente, aunque sea a costa de incrementar su imbecilidad.
La nueva masa de católicos-newage, apostólicos-chamanes y romano-orientales, también son fieles creyentes de algo que algún iluminado descubrió recientemente. Se llama ley de la atracción. Y no, no tiene mucho que ver con Isaac Newton. En términos muy simples, de acuerdo a esta ley, aquello en lo que más piensas es lo que atraes a tu vida. Una actitud positiva es prácticamente suficiente para atraer cosas buenas a tu vida. Así que ya lo sabe; aunque la mierda le llegue al cuello, no pierda esa linda sonrisa, no sea pendejo. ¿Acaso se quiere morir de cancer?

3 comentarios:

  1. Estimado amigo, creo que te quedaste un tanto corto, pues con estos descubrimientos se demuestra tambien que los animales tienen pensamientos negativos y rencorosos. Baste mencionar que diversas razas de perros y gatos sufren, como el hombre de cancer. En el caso de los perros, una de las razas mas afectadas es la Boxer, y bueno, la explicacion nos salta ahora a la vista, con esa cara de huraños, es obvio que se la pasan pensando negativamente. Como es que nadie llego antes a tan basicas conclusiones?
    Te mando un abrazo.
    Enrique

    ResponderEliminar
  2. Excelente comentario Enrique. Cáncer en otros especies, ¿de dónde vendrán sus rencores?
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Genial entrada, me ha hecho reír un rato. Ese mismo conflicto lo tengo yo, pero con lo que hace unos años llamaron "Metafísica" (y nada que ver con la rama de la filosofía) y que prácticamente decía "Piensa que no duele y el dolor desaparece, incluso si el dolor proviene de herida con arma de fuego"
    En fin, estas modas y la estantería con puro libro de auto-ayuda seguirán por un muy buen rato.

    ResponderEliminar