sábado, 2 de enero de 2010

2009

Asumir que hace unos días se terminó un año y comenzó otro es relativo, culturalmente hablando. Esto del "año nuevo" es cierto apenas para un tercio de los seres humanos sobre este planeta. El año nuevo Judío, el año nuevo Musulmán y el año nuevo Chino son en otra fecha distinta a la que celebramos en las culturas occidentales (con calendario gregoriano) nuestro año nuevo.
Pero yo no soy Judío, ni Musulmán y, aunque tengo el pelo chino, no sigo el calendario de los Chinos. Así que algún calendario tengo que tomar para hacer un balance en la vida. De modo que para mí, hace unos tres días se cerró un año y comenzó otro.
El año que recién terminó fue muy intenso. Pero no pienso aburrirles con mi vida personal. Me centraré en mi experiencia como lector. El año 2009 significa el año en el que, por fin, crecí como lector. Creo que ese es un buen resumen del año: crecimiento como lector.
"Los demasiados libros" se llama un libro de Gabriel Zaid en el que da cuenta de la gigantesca producción editorial de cada año y de la imposibilidad de seguir el paso a esta maquinaria que no para de vomitar libros. La oferta es monumental y el tiempo disponible es limitado. ¿Cómo invertir el tiempo limitado que tenemos para obtener un buen rendimiento? ¿Qué es lo que vale la pena leer? Probablemente la mayoría de los lectores quedan perdidos en esta selva de libros. Los que no se pierden, eventualmente, encuentran su propio camino. Otros muchos se concretan a seguir la senda que les marcan llamativas flechas de luz de neón que conducen al aburrido camino de "los más vendidos"; sin duda una puerta falsa.
El año pasado he leído alrededor de 35 libros, pero la cantidad es sólo anecdótica, lo importante es que me parece haber encontrado algunas pistas que llevan a las respuestas de las preguntas antes enunciadas. Sería demasiado presuntuoso de mi parte hacer cualquier recomendación al respecto, pero, en mi caso, he dado con una obviedad; el tiempo ayuda a peinar el terreno. El tiempo es el único que no se equivoca. ¿Un método demasiado conservador? Seguramente, pero a mi edad no me puedo dar el lujo de perder demasiado tiempo. Tendré que caminar sobre la senda más frecuentada, la más segura, la de más fácil acceso. Algunas veces me apartaré del camino para explorar nuevos terrenos, pero, en general, intentaré perseverar en la senda de los clásicos.

2 comentarios:

  1. 2009 fue también el año en que iniciaste tu blog, así que diríamos que es el año en que creciste como lector, y también como escritor.

    El Quijote algún día fue nuevo, y hubo lectores que tomaron el riesgo de invertir tiempo en leerlo. Y ayudaron a clasificarlo como un libro que vale la pena (y que por cierto no he leído, a pesar de que me regalaste una muy buena edición en alguna navidad reciente). Los clásicos seguramente son "inversiones" más seguras, pero si no lees cosas nuevas, estás dejando que otros decidan por ti cuáles serán los nuevos clásicos. Así que esto es sólo un poco de aliento para que "te apartes del camino" con más confianza, y que con tu blog "votes" por esos libros que, en tu opinión, deberían ser preservados por muchas generaciones.

    Feliz 2010! Que leas todavía más!

    Gabo

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  2. Excelente comentario. En el fondo al escribir este post sabía que alguien me haría ver esto. Y tu me lo haces ver de forma magistralmente clara y concisa. Y efectivamente, 2009 es el año en que nace este blog, en buena medida por sugerencia tuya.
    Bolo padrino!

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